miércoles, 3 de febrero de 2010

Me miran los gatos.

Uno, sentado en el marco de la ventana... me observa.

Otro se pasea, suavemente, por la pieza, sabe que lo veo.

Se acerca desde los pies de la cama, rozándola.

Me mira, fijo a los ojos.



No puedo volver a dormir, me pesan sus miradas la verdad.

Cierro los ojos al menos, para ver si dejan de arder.



El silencio retumba... y ya casi no está. Ahora solo se escuchan sus pisadas... sus movimientos de cola.



Se da cuenta que no lo estoy mirando y se sube sobre la cama.

Lo siento sobre mis pies, subiendo por mis piernas.

Me susurra.



Sigue subiendo y se vuelve mas pesado. Entonces, lo empujo como puedo y cae de un salto al piso, justo cuando caía el gato de la ventana sobre el sillón.



Ambos me miran, había llegado el momento... y yo también lo sabía. Se acercan, murmuran, se sonríen.



ME levanto con movimientos lentos, mis piernas casi no responden. Entro al baño como puedo... se enreda entre mis pasos, me ronronea.



El agua me despierta un poco, pero mis ojos siguen cerrandose solos. Me cuesta estar de pie. No puedo hablar, gritar tal vez.



Salgo y alcanzo a cerrar la puerta justo antes de que salga,. Lo dejo encerrado.

Siento su respiración agitada. Sus deseos de venganza.



Nerviosa busco a su compañero por la habitación. Ya entra un poco de luz.

Entre grises veo su mirada anaranjada, casi roja. Dura. Fija.



Atravieso hasta la ventana apenas, mis piernas tiritan.

Desde el baño rasguñan la puerta.



Llego al sillón y de un movimiento abro la ventana.

El se ríe, pasivo.

Debían estar los dos, lo sabía... y yo también. No era la hora. Seguiría esperando.

Lo desafío a salir.

Desvía su mirada con desprecio y sube por el sillón, salta al marco y se va, dándome la espalda.

Cierro la ventana.



Al fin estoy sola.







Conmigo no lo lograrán.

lunes, 1 de febrero de 2010

El hombre casi perfecto... como decía la canción...

Bueno, como comenzaba esto, así mismo... con mas puntos suspensivos tal vez, como todo entre nosotros....

Y es que desde que llegué a ese lugar (que ya no es akí), te admiré.
Admiraba tu trabajo, luego, te admiré como persona, lo que finalmente llevó a admirarte como hombre.

Debo confesar que tu edad, cosa que quizás te acomplejó alguna vez, fue aquello que me atrajo a tí. Es difícil encontrar alguien que sea un verdadero hombre... hablando de edades, tal vez. Al menos, es mi caso.

Tu forma de pensar... y de ser... y todo tú. Tu sonrisa, también, tu atractivo... también... rico... para mí.

Y no solo eres tú, tampoco, si no que un poco yo... y lo que tu causas en mí. (Uy)

No voy a decir "causaste" porque aunque quede en un recuerdo, ahora es presente... y latente... y me causas.

Porque me alegrabas el día, me alegras aún y hasta que se pueda...
Y así fué, un gusto fulminante, de esos extraños...
De esos que hacen desear a alguien tanto... que a pesar de desearte, solo termino por desear que seas feliz.

Ahora, demos los agradecimientos, como al final de las películas. Comienzo por decir, que no sabría que decir... o mas bien, resumir.

Metamos mejor todos los agradecimientos, sensaciones y momentos en un "me encantas"... y de esos encantos ricos, tan ricos como imposibles... inalcanzables como lo eres... o como dejaste de serlo alguna vez.

Y siento envidia, confieso, de la mujer que te tiene tanto como kiera... y aunque no siento culpa de sentir, me culpo de haberte encontrado tarde, akí y ahora. Y te culpo también solo por haberme causado esto, por tenerme así sin kerer despegarme o sin kerer keriendo. Porque es desde ahora y hasta siempre y no quisiera.

Y no creo en el para siempre, pero siempre serás aquel que apareció en el lugar y momento equivocado, pero a la persona justa... que justamente, se fué de allí, loca por tí.



No son solo los años, kerido... son también las situaciones... y no buscaremos responsables. Ni el destino, ni nosotros, ni los hechos...


Se feliz y cumple tus sueños.

lunes, 18 de enero de 2010

Todos se han cruzado, todo, lugares, situaciones... peleas, caminos largos, cortos, subidas, bicicletas, triciclos, comidas exoticas, mamaderas, sexo erótico, oral y poses extrañas en la vereda. Guaguas chinas y rubias, sangre mezclada con orina, llantos de desconocidos, sombras... casas callendo a pedazos, lugares claros, oscuros... felices y tristes... entrelazando; placer con llanto, felicidad y temor, risas con dolor.

Y yo ya no sé cuando es mentira. Si son tan reales como ¿yo?. O será que tampoco.
Yo ya no sé.

Se queda la angustia, del subconciente tal vez, en la conciencia... ya sin justificación, pero se queda y parece que fuera vacía, pero es real. Entonces, no hay explicaciones, no hay justificaciones...

Y como es arriba, es abajo, es felicidad y rabia... y odio muchas veces. Y es que en algunos momentos quisiera kedarme allá, solo para ver que pasa.
Porque la curiosidad mató al gato, como dicen.

Pero dicen tantas cosas que ya no saben que decir, como dicen también.

Y lo que yo digo, es que mi mundo onírico esta controlando las emociones de mi vida real.
Esta es mi explicación.

domingo, 20 de diciembre de 2009

No entran moscas.

Toda la vida hablé hasta por si acaso...

Era de akellas que en el colegio, los profesores cambiaban de puesto porque conversaba con cualkier ser que tuviera cerca.
De hecho, mi profesora de primero básico me tenía mala por eso. Y trataba por todos los medios de sentarme aislada. Pero siempre me las arreglaba.

Mas grande, tuve problemas por hablar mas de lo que me preguntaban.

Soy de las personas que conoce gente en la micro, en las filas de los baños, en el ascensor, en el banco, supermercados... o simplemente por la calle.

Pero ahora y no se por qué, he dejado de hablar.
Puede que me este volviendo un poco loca... o loca de a poco...

Cuando lo he pensado, he justificado el hecho de varias formas...
Hay veces que no vale la pena hablar. Hay veces que prefiero escuchar (me). Hay veces que las palabras sobran. Hay veces que no se que decir... y así.


Con el tiempo, me he dado cuenta que tengo mas cosas que decir, pero cada vez digo menos. Las frases me salen cortas y los comentarios planos.

Puede que me este volviendo loca de a poco... o un poco loca.
Quizas ni tan poco. Quizas tampoco.


Al menos por ahora, me kedé callada y esa es la cuestión.


Despues de todo... en boca cerrada...

domingo, 1 de noviembre de 2009

El comienzo del intermedio

No hay un principio

Despierto y tiene sus maletas hechas.
Me abraza y me dice que me kiere mucho.
Deambula por la casa nervioso mientras ella llora.
El viaje es largo, explica.

Toma sus bolsos. Los revisa. Escribe algo en un cuaderno.

Ella llama por teléfono pero nadie contesta.
Pido que alguien me explique, pero nadie contesta.

Toma los bolsos y se dirige a la puerta... de atrás.
Sale hacia... el patio.
Se sienta y espera.

Hoy ya no se levanta.
¿ves?
No hay un principio...

Solo un largo intermedio.

lunes, 22 de junio de 2009

Culpable

Me aburrí del frío, de la vibración en el pecho cuando respiro, del color sangre coagulada de mis uñas...
Me aburrí de jugar a pillar a algunas amigas
Me aburrí de las ganas de besos y de los besos sin ganas.
Me aburrió la tele, el internet y la radio.
Me aburrí con ganas y sin ganas.
Me aburrí rápido de la lentitud de todo.
Me aburrió mi pelo corto (resultado de mi aburrimiento del pelo largo)
Me aburrió la canción que tanto escucho de puro aburrida.
Me aburrí de buscar pega (resultado de renunciar, por aburrimiento, a las que he tenido)
Me aburrió mi cara de nada. Mi boca hacia abajo y mis cachetes helados.
Me aburrí lentamente de la rapidez de todo.
Y no es ke lo buske, es que cualkier juego simple de palabras son lo mismo.
Me aburre el tiempo lento, las horas en vano y toooooodas las horas q sobran por ahora.

Me aburrió arta, arta gente porke ya estoy harta de ke sea la misma (¿de que yo sea la misma?)
en fin
me declaro aburrida, culpable y porfiada.


¿ah?

jueves, 11 de junio de 2009

DRAMÓN

Sabía que era puro melo-drama... pero daba igual, porke siempre viene bien pegarse un dramón frente a gente q uno no conoce... y si se tiene suerte, JAMÁS se conocerá.




De repente, se me cerraron los ojos, me temblaron las piernas... me tape la cara y pensé que me iba a caer. No podía ver nada, ni metafóricamente hablando ni de manera real, porke lloraba tanto que veía todo nublado. Me apoyé en una pared... con dolor en el alma... si es que es verdad que el alma duele a veces. Y no de una forma literaria-romanticona, no, el alma duele, física y concretamente y yo ahí la sentía.

Me tuve que sentar, sentía muchos ojos encima míos... esas cosas también se sienten... sentía la mirada de reojo de un gordito chofer de radiotaxis, que no sabía si hablarme o no... y yo no sabía si quería que me hablara o no. Me senté... y me tapé la cara. Me mojé las dos manos, tanto gracias a los ojos como a la nariz... puse una canción "ad-hok" al momento, claro, si iba a llorar... siempre es interesante hacerlo con alguna banda sonora que de énfasis al momento. Me sake el abrigo, me tapé la cabeza... y lloré casi hasta llegar al grito-orgasmo. Si, tuve mi climax.

A ratos, me calmaba un poco y pensaba que rollos se pasaría la gente... que tan terrible pudo haberme ocurrido, que tan trágico, tan penoso, tan doloroso... y cualkier cosa que dijera, me daba la impresión que sería pequeña en comparación al dramón tormentoso que me estaba pegando... menos mal nadie preguntó.

Caminé un poco, me conseguí un cigarro... me extrañó que aquel cabro no me diera la cajetilla entera de pura lástima, pero a cambio de eso dijo: nada es tan terrible... y se rió.

En realidad... nada es tan terrible como para suicidarse, pero si terrible como para llorar por las calles botando angustia frente a ojos desconocidos... ese es un lujo.
La situación era terrible como para detenerse en la vereda y gritar : CON-CHE-SU-MAAAAAA-REEEEEEEEEE.... era terrible como para pegarle un combo a la pared y decir : AAAHHH!!!! ... era terrible como para patear una botella y llorando gritar: POR LA CHUCHAAAAAAAAA...
pero no era terrible como para tomarse una caja de pastillas o lanzarse de un piso mas arriba del segundo.

En el fondo, era una webada de momento que si bien, fué eliminada oportunamente, pudo haberse kedado allí y haberle dado un tinte depresivo a mi vida... pero...
Solo alcanzó para "dramón".

lunes, 29 de diciembre de 2008

-------> LA carta

Y
En volá me mando con una carta... yo creo q es una carta desde lo mas profundo de mis lados "románticos" (wwwuuuu) y es que por algún motivo de repente logra salirme... (y me declaro) la cosa diría mas o menos así (cof cof)

Y es ke...





... :

No se que hacer.

Hasta me parece raro andarlo pensando tanto.

Y es que siempre me estoy acordando de ----> ti,
y es que cuando digo q me gustas no me doy ni cuenta porke
simplemente semesale.

Y es que me asusto...

y es que esperaría pero no kiero... !
y es que no esperaría, pero tampoco kiero... !
te kiero para ---> mí,
pero con t a n t a c a l m a ke meacelero... y meacelerocontigo también...

me doy cuenta porke se me acelera hasta el dedo chico
del pie izkierdo.
Y
a
veces
hasta
me
molesta
la
calma . . . y
luego me acostumbro
yluego yluego ...


... luego ahí apareces y te veo y se me valacalma... y dejaría a mi pierna diciendo que en verdad no kiero q te alejes.

Ke te vayas no me importa, pero no tan l e j o s.

Por eso no se que hacer...

porke me parece raro andarlo pensando tanto y otnat para todos lados... y es que no entiendo por ké eres tu: "akel"

... el ----> "él".


Y es ke no entiendo ni cómo ni cuando me vi en estas...
de pensar
menos de lo que espero,
de esperar mas de lo ke kisiera,
de kerer más de lo puedo,
de poder mas de lo ke pienso...
de desear más de lo que desearía.



Termino el año terrible feliz cariño, pero me gustaría comenzar el 2009 comenzándote.






Fin de la carta, sin nombre y sin remitente para no perjudicar a nadie... pasó el momento y vuelvo a pensar... y todo lo q dije, se envuelve en un :

- Puta

Si, no siempre tengo tantas palabras.

viernes, 15 de agosto de 2008

Yo - Tú - Él - Nosotros - Vosotros - Ellos...

Ella caminaba mirando el suelo... casi ida.
Él caminaba a su lado, riéndo solo... de vez en cuando la miraba y reía mas aún.
Ya casi no llovía. Desde hacía unos minutos caía una que otra gota, suave... de esas que solo se perciben en las pozas... o en los focos amarillos. Sobre todo tan de noche como era.
La luz era poca, los árboles grandes y las casas antiguas. En realidad, era un barrio antiguo.

***

Ella tenía una risa incómoda, pensaba en cómo decirselo. En si debía decirselo... en que quizás ese era el momento, pero no se atrevía, él había sido tan bueno (mas de lo que ella kería incluso), tan perfecto, que le parecía casi cruel decir lo que había estado pensado (desde la segunda vez que lo vió). Buscaba alguna excusa sutíl. Él tenía una una risa nerviosa, risa que traducía toda una semana de extrañarla, de querer abrazarla, de querer preguntar lo que quería hace tanto. De si ella kería ser su...

Torpemente él preguntó: ¿Podría presentarte como mas que mi "amiga"?

silencio.

¿Te gustaría?

Ella solo se rió: Es como una película francesa... eso fué lo único que dijo.

***

Pensaba, incómoda, que responderle. Cómo decirle que en realidad toda la semana busqué excusas para no verlo. Y ahí estaba, con él, para al fin poder decirle que sería la última vez que me vería. Qué ahí estaba, con él, solo porke debía decirselo en persona y no por algún medio lejano. Solo estaba ahí por eso. Y el me seguía mirando... y se reía. Y yo también.
Yo tenía una risa incómoda.
Él tenía una risa feliz...

***

Era relativamente tarde. Ella conversaba y reía con un grupo de amigos de él. Se reía. Todos reían, cantaban algunos. Él, callado, sentado, movía sus manos como batería en las rodillas.

***

Ella se sentía cómoda... cómoda hasta que se acordaba de él. Él a veces la miraba sonriendo, pero ella parecía no verlo. Él no hablaba... y solo pensaba en que quería estar a su lado.

***

Cuando me iba a sentar con él, el silencio me aburría, casi me arrepentía de estar ahí... y su sonrisa siempre.
Él tenía una risa trankila.
Yo casi no tenía risa.

***

Salieron de la casa... él la abrazó y sostuvo el paraguas. Comenzaron a caminar. Llovía fuerte.

***

Ella mas que valor, sintió una obligación de decirlo.
Él sonreía nervioso, había querido caminar con ella abrazado toda la semana.

***

Empecé a hablar y él se fué poniendo serio. Colorado. Evitaba mirarme. Creo q nunca encontré la excusa perfecta. Los eufemismos se me caían... se me hacían pocos. Hasta que me dí cuenta que no estaba llegando a lo importante y él no estaba entiendo. Él era bueno, merecía eso por lo menos. Fuí sincera.

***
Me dijiste que entendías, que no me preocupara. Que kizás mas adelante... que a lo mejor después... te tiritaba la voz. Me dejaste en el colectivo.
Me fuí

Yo tenía una sonrisa trankila.
Tú no tenías sonrisa.

No te miré una última vez.
Tú...

miércoles, 6 de agosto de 2008

El acontecimiento "contestar el teléfono"

Cuando era chica y estabamos los tres en la cocina, mi papá, mi mamá y yo... a veces sonaba el teléfono. Mi mamá se detenía, mi papá se detenía, yo me detenía. Mis ganas de contestar eran infinitas... de saber quién sería el que llamaba. Aún sabiendo, que jamás era para mí.
Muchas veces me paraba en la puerta de la cocina mirando para el largo y oscuro pasillo, que daba al living, también oscuro. Mi mamá asumía que yo iría y seguía quizas revolviendo una olla, lavando algún plato o fregando la cocina. Siempre había algo que hacer ahí. Mi papá, parecía no inmutarse. Sentado siempre en el mismo puesto de la mesa: la cabecera. Que estaba hecha para él, tenía SU silla, SU cojín y el largo del mantel según a él le acomodaba. Yo me paraba en el escalón que separa la cocina del pasillo. Y me ponía nerviosa. Cada sonar me aceleraba un poco... y siempre alguna parte de mí esperaba que colgaran para no tener que enfrentarme a todo lo que venía. Pero nunca paraba y sonaba y sonaba. Siempre dudaba de que hacer, porque el solo pensar en atravesar el pasillo tan tan oscuro, tan largo, me daba terror.
Entonces, la mayoría de las veces, me lanzaba a correr por el pasillo sintiendo que el corazón se me iba a salir. Corría tapándome los oídos, con los hombros lo mas arriba que podía y solo levantaba una mano, la mano izquierda, mientras pasaba por al lado del interruptor de la luz que estaba a mitad de camino. Cuando alcanzaba a apretarlo, sentía un relajo tan grande. De acompañarme de luz. De iluminar en gran parte el living y ya poder soltarme un poco.

Otras veces, era tal mi desesperación por pasar rápido por el pasillo, que no alcanzaba a prender la luz y ahí era terrible, porke debía atravezar el living, también a oscuras, llegar a la pared que paraba mi corrida, prender la luz y correr hacia el teléfono.
Cuantas veces serían las que, de tanto vuelo que llevaba corriendo, llegaba a la pared a estamparme, golpeándome mas de una vez en las manos, los brazos o las rodillas.
Al pasar por la puerta que separa el pasillo del living, ya era tal la desesperación, que gritaba. Mas que nada porque un grito hacía menos tremendo el miedo. Hacía que viera menos las manos saliendo desde el pasillo... o viera menos al hombre sentado en el sillón, observándome.
Hacía menos chocante el entrar a un lugar de sombras, donde no sabía que iba a encontrarme. (o eso pensaba)
El grito me desahogaba.
Tanto, que llegaba muerta de la risa a contestar, no podía decir ni ''¿aló?'' porque las risas de desesperación, los nervios y la agitación de andar corriendo me impedían hablar.
Y a veces ni siquiera alcanzaba a levantar el auricular, porque cortaban antes.

Y ahí tenía que devolverme. Y lo peor. Volver a dejar apagada la luz. Y correr hacia la cocina.
Y muchas, muchas veces me tropecé con el escalón.

Pero no importaba, lo había hecho (por lo menos llegar al teléfono)

Si antes hubiera sido como estoy ahora, no salgo de la cocina.







... me da susto intentarlo.