lunes, 18 de enero de 2010

Todos se han cruzado, todo, lugares, situaciones... peleas, caminos largos, cortos, subidas, bicicletas, triciclos, comidas exoticas, mamaderas, sexo erótico, oral y poses extrañas en la vereda. Guaguas chinas y rubias, sangre mezclada con orina, llantos de desconocidos, sombras... casas callendo a pedazos, lugares claros, oscuros... felices y tristes... entrelazando; placer con llanto, felicidad y temor, risas con dolor.

Y yo ya no sé cuando es mentira. Si son tan reales como ¿yo?. O será que tampoco.
Yo ya no sé.

Se queda la angustia, del subconciente tal vez, en la conciencia... ya sin justificación, pero se queda y parece que fuera vacía, pero es real. Entonces, no hay explicaciones, no hay justificaciones...

Y como es arriba, es abajo, es felicidad y rabia... y odio muchas veces. Y es que en algunos momentos quisiera kedarme allá, solo para ver que pasa.
Porque la curiosidad mató al gato, como dicen.

Pero dicen tantas cosas que ya no saben que decir, como dicen también.

Y lo que yo digo, es que mi mundo onírico esta controlando las emociones de mi vida real.
Esta es mi explicación.