viernes, 5 de octubre de 2012

Pa` que!?

De tanto deambular entre Nietzsche y Walt Disney... se me han trastocado las ideas. De tanto y tanto pensar... termino por quedarme tonta. y de tanta bipolaridad ya no se si soy o me hago. Porque no pude seguir con mi camino después de esa escuela. Porque me hago la ruda, pero igual estaría dispuesta a esperarte una vida más para que al menos, por un momento, pudieras ser feliz conmigo EN PAZ. Porque me dejo envolver con las mentiras de tu no querer hacerme mal. Porque me hiciste mas libre al tener que aprender a perder la esperanza... Eres el blanco y negro que le faltaba a mi grisasea falta de inteligencia emocional. Y es que se me han abierto las puertas del masoquismo contigo. Eres una tortura, chicoco. Doloroso como bolero... dulce como ron. Así como el suicidio mismo... en que no se sabrá jamás si la valentía es lograr llevarlo a cabo o luchar por evitarlo. Y me atrapo un poco. Me atrapo contigo, porque prefiero eso a sentir que me atrapaste tú y querer salir corriendo. Porque te quisiera como eterno amigo y así no quemar esto... Porque cada vez que dije que no quería un futuro contigo me dolía hasta el pescuezo. Porque eres mi punto de fuga o el punto de mi fuga. Porque creo en el amor libre y libremente te cuento que al mirarte solo deseo ser para ti... (y mira que ágil soy... siempre logro decir lo contrario) Porque no hay peor ciego que el que no quiere ver... y ciega como estoy no encuentro respuestas. entonces pa ke?

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Mi primera...

Doblamos la esquina... y aparece él.
Nos sentamos y el cruza a lo lejos... hacia mí.

Me pongo de pie y lo tomo del brazo. Caminamos escapando.

Doblamos la esquina, yo, llevándolo de la mano... sentía sus pasos tras de mí.

El corazón me palpita rápido... fuerte... al igual que sus pasos danzantes.

"Perdón amor" y me imaginé de pie junto a él, sin saber que decir.

Seguimos caminando... riendome nerviosa frente a su cara sin expresión, para mí. No era como la de él, que siempre tenía alguna.

Algo hablaba.
Yo miraba hacia atrás con disimulo.

El corazón se me sale.

Damos vuelta la manzana... algo hablaba.

Lo veo trás un árbol.
Reconozco su silueta.

Se mueve a medida que avanzo... se oculta.
Yo reía nerviosa, cada tanto, cuando me daba cuenta del enloquecedor ritmo de los sucesos. Mareantes... Como si fueran a próposito.

Y él, saliendo de la puerta de en frente.
Saluda tranquilo. Envidio su tranquilidad.

Ambos se miran, o al menos eso me parece.

Los segundos son gigantes... monstruosos.

Vuelve a hablarme. De reojo veo como se marcha.

"no te vayas"

ME besa y se va.
Tiemblo.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Chocolates y Rojos.

Siempre hablamos de aquel amor a primera vista... yo lo recuerdo bien. Esperábamos un bus que nos llevaría de Valparaíso a Santiago. Nuestro cariño es inspirado por la lluvia porteña... el cansancio, las marchas y la espera de el bus que nunca llegó.

Esa noche era tu cumpleaños.

Volvimos a encontrarnos en una asamblea, aquella vez nos conocimos.

Conversamos toda la noche y por la mañana, muy temprano y sin dormir, fuimos a tomar un café, sentadas en una mesa de la vereda.

De ahí hasta hoy un pestañeo...
O de ahí hasta hoy una eternidad, la que prefieras.
Yo diría que ambas o "ambas dos" como dicen algunos. No vaya a quedar dudar.

Creo que conocerse bajo tierra hizo que el salir, juntas, fuera más que un desafío... un despertar.

Y no seguiré con la metáfora, no te preocupes.

Y es que lo nuestro es, mágicamente extravagante, como divas de mala muerte o carticaturas de la misma índole. Esoterísmos de dudosa categoría. Gustos exóticos y tardes de sol con bolsas en la cabeza. Rayamos entre cigarros, té y ansiedad a niveles preocupantes... chocolates y rojos... canciones, mostacillas y el anhelo de plumas.


Muchas veces unas yeguas... en el fondo una maracas, pero siempre y mientras se parezca, señoritas...




(primera parte)

jueves, 4 de marzo de 2010

Cuático

- Afuera ta la cagá, la cagá, pero la cagá

- No seas cuático, siempre que llueve es igual...

- Ay que eres pesada.

...

- Me dijeron que se cayó el techo de mi casa...

- Cuático

- ...mi mamá no me lo había querido decir...para no preocuparme

- ¿Y quien te lo dijo?

- Mi hermana chica.


...

- Cachaste ese trueno, cuático...

- Si, ese estuvo cuático

- Cuático, super cuático.

...

miércoles, 3 de febrero de 2010

Me miran los gatos.

Uno, sentado en el marco de la ventana... me observa.

Otro se pasea, suavemente, por la pieza, sabe que lo veo.

Se acerca desde los pies de la cama, rozándola.

Me mira, fijo a los ojos.



No puedo volver a dormir, me pesan sus miradas la verdad.

Cierro los ojos al menos, para ver si dejan de arder.



El silencio retumba... y ya casi no está. Ahora solo se escuchan sus pisadas... sus movimientos de cola.



Se da cuenta que no lo estoy mirando y se sube sobre la cama.

Lo siento sobre mis pies, subiendo por mis piernas.

Me susurra.



Sigue subiendo y se vuelve mas pesado. Entonces, lo empujo como puedo y cae de un salto al piso, justo cuando caía el gato de la ventana sobre el sillón.



Ambos me miran, había llegado el momento... y yo también lo sabía. Se acercan, murmuran, se sonríen.



ME levanto con movimientos lentos, mis piernas casi no responden. Entro al baño como puedo... se enreda entre mis pasos, me ronronea.



El agua me despierta un poco, pero mis ojos siguen cerrandose solos. Me cuesta estar de pie. No puedo hablar, gritar tal vez.



Salgo y alcanzo a cerrar la puerta justo antes de que salga,. Lo dejo encerrado.

Siento su respiración agitada. Sus deseos de venganza.



Nerviosa busco a su compañero por la habitación. Ya entra un poco de luz.

Entre grises veo su mirada anaranjada, casi roja. Dura. Fija.



Atravieso hasta la ventana apenas, mis piernas tiritan.

Desde el baño rasguñan la puerta.



Llego al sillón y de un movimiento abro la ventana.

El se ríe, pasivo.

Debían estar los dos, lo sabía... y yo también. No era la hora. Seguiría esperando.

Lo desafío a salir.

Desvía su mirada con desprecio y sube por el sillón, salta al marco y se va, dándome la espalda.

Cierro la ventana.



Al fin estoy sola.







Conmigo no lo lograrán.

lunes, 1 de febrero de 2010

El hombre casi perfecto... como decía la canción...

Bueno, como comenzaba esto, así mismo... con mas puntos suspensivos tal vez, como todo entre nosotros....

Y es que desde que llegué a ese lugar (que ya no es akí), te admiré.
Admiraba tu trabajo, luego, te admiré como persona, lo que finalmente llevó a admirarte como hombre.

Debo confesar que tu edad, cosa que quizás te acomplejó alguna vez, fue aquello que me atrajo a tí. Es difícil encontrar alguien que sea un verdadero hombre... hablando de edades, tal vez. Al menos, es mi caso.

Tu forma de pensar... y de ser... y todo tú. Tu sonrisa, también, tu atractivo... también... rico... para mí.

Y no solo eres tú, tampoco, si no que un poco yo... y lo que tu causas en mí. (Uy)

No voy a decir "causaste" porque aunque quede en un recuerdo, ahora es presente... y latente... y me causas.

Porque me alegrabas el día, me alegras aún y hasta que se pueda...
Y así fué, un gusto fulminante, de esos extraños...
De esos que hacen desear a alguien tanto... que a pesar de desearte, solo termino por desear que seas feliz.

Ahora, demos los agradecimientos, como al final de las películas. Comienzo por decir, que no sabría que decir... o mas bien, resumir.

Metamos mejor todos los agradecimientos, sensaciones y momentos en un "me encantas"... y de esos encantos ricos, tan ricos como imposibles... inalcanzables como lo eres... o como dejaste de serlo alguna vez.

Y siento envidia, confieso, de la mujer que te tiene tanto como kiera... y aunque no siento culpa de sentir, me culpo de haberte encontrado tarde, akí y ahora. Y te culpo también solo por haberme causado esto, por tenerme así sin kerer despegarme o sin kerer keriendo. Porque es desde ahora y hasta siempre y no quisiera.

Y no creo en el para siempre, pero siempre serás aquel que apareció en el lugar y momento equivocado, pero a la persona justa... que justamente, se fué de allí, loca por tí.



No son solo los años, kerido... son también las situaciones... y no buscaremos responsables. Ni el destino, ni nosotros, ni los hechos...


Se feliz y cumple tus sueños.

lunes, 18 de enero de 2010

Todos se han cruzado, todo, lugares, situaciones... peleas, caminos largos, cortos, subidas, bicicletas, triciclos, comidas exoticas, mamaderas, sexo erótico, oral y poses extrañas en la vereda. Guaguas chinas y rubias, sangre mezclada con orina, llantos de desconocidos, sombras... casas callendo a pedazos, lugares claros, oscuros... felices y tristes... entrelazando; placer con llanto, felicidad y temor, risas con dolor.

Y yo ya no sé cuando es mentira. Si son tan reales como ¿yo?. O será que tampoco.
Yo ya no sé.

Se queda la angustia, del subconciente tal vez, en la conciencia... ya sin justificación, pero se queda y parece que fuera vacía, pero es real. Entonces, no hay explicaciones, no hay justificaciones...

Y como es arriba, es abajo, es felicidad y rabia... y odio muchas veces. Y es que en algunos momentos quisiera kedarme allá, solo para ver que pasa.
Porque la curiosidad mató al gato, como dicen.

Pero dicen tantas cosas que ya no saben que decir, como dicen también.

Y lo que yo digo, es que mi mundo onírico esta controlando las emociones de mi vida real.
Esta es mi explicación.

domingo, 20 de diciembre de 2009

No entran moscas.

Toda la vida hablé hasta por si acaso...

Era de akellas que en el colegio, los profesores cambiaban de puesto porque conversaba con cualkier ser que tuviera cerca.
De hecho, mi profesora de primero básico me tenía mala por eso. Y trataba por todos los medios de sentarme aislada. Pero siempre me las arreglaba.

Mas grande, tuve problemas por hablar mas de lo que me preguntaban.

Soy de las personas que conoce gente en la micro, en las filas de los baños, en el ascensor, en el banco, supermercados... o simplemente por la calle.

Pero ahora y no se por qué, he dejado de hablar.
Puede que me este volviendo un poco loca... o loca de a poco...

Cuando lo he pensado, he justificado el hecho de varias formas...
Hay veces que no vale la pena hablar. Hay veces que prefiero escuchar (me). Hay veces que las palabras sobran. Hay veces que no se que decir... y así.


Con el tiempo, me he dado cuenta que tengo mas cosas que decir, pero cada vez digo menos. Las frases me salen cortas y los comentarios planos.

Puede que me este volviendo loca de a poco... o un poco loca.
Quizas ni tan poco. Quizas tampoco.


Al menos por ahora, me kedé callada y esa es la cuestión.


Despues de todo... en boca cerrada...

domingo, 1 de noviembre de 2009

El comienzo del intermedio

No hay un principio

Despierto y tiene sus maletas hechas.
Me abraza y me dice que me kiere mucho.
Deambula por la casa nervioso mientras ella llora.
El viaje es largo, explica.

Toma sus bolsos. Los revisa. Escribe algo en un cuaderno.

Ella llama por teléfono pero nadie contesta.
Pido que alguien me explique, pero nadie contesta.

Toma los bolsos y se dirige a la puerta... de atrás.
Sale hacia... el patio.
Se sienta y espera.

Hoy ya no se levanta.
¿ves?
No hay un principio...

Solo un largo intermedio.

lunes, 22 de junio de 2009

Culpable

Me aburrí del frío, de la vibración en el pecho cuando respiro, del color sangre coagulada de mis uñas...
Me aburrí de jugar a pillar a algunas amigas
Me aburrí de las ganas de besos y de los besos sin ganas.
Me aburrió la tele, el internet y la radio.
Me aburrí con ganas y sin ganas.
Me aburrí rápido de la lentitud de todo.
Me aburrió mi pelo corto (resultado de mi aburrimiento del pelo largo)
Me aburrió la canción que tanto escucho de puro aburrida.
Me aburrí de buscar pega (resultado de renunciar, por aburrimiento, a las que he tenido)
Me aburrió mi cara de nada. Mi boca hacia abajo y mis cachetes helados.
Me aburrí lentamente de la rapidez de todo.
Y no es ke lo buske, es que cualkier juego simple de palabras son lo mismo.
Me aburre el tiempo lento, las horas en vano y toooooodas las horas q sobran por ahora.

Me aburrió arta, arta gente porke ya estoy harta de ke sea la misma (¿de que yo sea la misma?)
en fin
me declaro aburrida, culpable y porfiada.


¿ah?